Porque estaba carcomido de palabras, enfermo de palabras, atado de palabras, asesinado de palabras, ya casi muerto de palabras (...)

Gudiño Kieffer

lunes, 26 de diciembre de 2011

Alla por algun verano de los de antes

El amor despegándose de la humedad de las paredes, volando bajito por las callecitas del nosé que. El amor en el mismo aire que tratamos respirar, todos los días; el amor bajo el sol radiante que golpea ventanas en la ciudad; el amor bailando al compás del viento; el amor en la vereda de un lunes cualquiera; el amor de mil parejas besándose en el verde; el amor en los cafés compartidos; el amor en el tiempo, corriendo hojas de almanaque; el amor desde arriba hacia abajo y viceversa también; el amor a la fuerza de torcer barreras; el amor contando cuentos de amor, no de sombras; el amor por encima de todo y por debajo de nada; el amor sin cambios de rumbo; el amor con cara de velocidad sobre la ruta; el amor uniendo puentes festejados cada tanto; el amor de domingo de mañana por la ventana; el amor dedicado desde letras escondidas; el amor de alma en los ojos; el amor escrito en boletos o tickets de supermercado; el amor que dice hola y hasta luego nos veremos otra vez; el amor detrás de los cristales del Roma Gran Hotel; el amor en los andenes fríos y concurridos; el amor de corazones partidos y en llamas; el amor como un aroma de madera o de miel; el amor en las pequeñas muertes bellas; el amor a los gritos de un cuerdo más; el amor en remera y pantalón corto; el amor debajo de las sabanas, debajo de las noches; el amor en el desayuno y el Gitanes después del amor; el amor después de todo aquello que fue también amor; el amor repentino del colectivo; el amor eterno de esos dos viejos amores; el amor desde lejos, con besos enredados en los cables de Telecom; el amor dulce y peligroso de las rosas; el amor escondido en las aulas de la escuela; el amor en borradores tan enterrados; el amor inmóvil de las poesías y los poetas; el amor en las miradas tímidamente casuales; el amor bajo la lluvia, mojado y furiosamente hermoso; el amor de la Maga; el amor clandestino de las habitaciones compartidas; el amor rápido de los encuentros musicales; el amor bla bla bla; el amor a punto de hervir en el beso del amante; el amor que renace desde aquellos ojos grises; el amor bailando una balada cursi; el amor cantando como un zorzal; el amor despeinado frente al mar; el amor de todos los días todos; el amor de la luna al sol; el amor de las noches interminables; el amor del café de la mañana con Clarín y mermelada de durazno; el amor de arroz con sal y nada más; el amor en cualquier idioma o religión; el amor desde hasta cuando; el amor veneno de las heridas viejas; todo eso era, o era el amor de Lucas cuando Laura entro moviendo sus caderas casi sin querer, con sus ojos bequerianos de lleno en la nada, con su belleza rolling stone desparramándose por todo el lugar.