Porque estaba carcomido de palabras, enfermo de palabras, atado de palabras, asesinado de palabras, ya casi muerto de palabras (...)

Gudiño Kieffer

martes, 21 de febrero de 2012

el otro costado cede

Me leo, me leo y me gusto tanto como me disgusto. Me leo y el tiempo pasa como las palabras ante los pocos ojos, las pocas pupilas que recorrieron mis dibujos de letras que dibujan palabras que dibujan esto que dibujan el insensato futuro. Me leo y es como mirarse al espejo, como detenerse en el mismísimo error de esa palabra, de esa marquita por el sarampión, no si la vieja dijo, no te rasques Luquitas, no te rasques que te va a quedar la marca y ahí va y Lucas se rasca, total, no pasa nada, esta mamá y sus avisos, y que mierda si le hubieras echo caso tonton, mira el posito que te quedo en la frente, mira que metiste esa palabra ahí donde no debías, donde hace un par de años, donde esa tarjeta en forma de señalador y ese libro que no te animas ni a nombrar, o esa poesía adolescente que mejor tirar, que mejor llorarla hoy, al lado de todo lo nuevo, que ya es viejo, de todo lo nuevo que esta por venir y no vino, y no vendrá tampoco, que te pensas pibe, sarampión una sola vez en la vida; esa, si, esa poesía, una sola vez en la vida, que te pensas pibe, que el alma de ese Borges se te viene a la mano en cualquier momento y te convertís en un casi Nóbel, no querido, el asunto estaba mas acá, como siempre che. En fin, es como mirarse al espejo, recorrer milimétricamente el rostro, el ángulo, las raíces del cabello, la nariz, los ojos hundidos, la boca reseca, la barba de tres días...las palabras de tres años atrás y bueno, el resentido pensamiento de a veces, la repetición, el fantasma de un escritor, esas cosas no, literatura en el menor caso, en la menor expresión, en esto que es como mirarse, y ya no en el espejo, ya no de rodillas en la cama. Me leo y me gusto y a la vez no, el sueño me tira más hoy. Y ya sabes que cuando el sueño tira, el otro costado cede.

...

martes, 7 de febrero de 2012

68

La húmedad dibujando círculos, cuadrantes, triángulos, formas sin sentido alguno. La húmedad en su faceta destructiva, la espalda vieja, porque no habré echo lo que tenía que hacer, pero el doctor, en fin.
Añadir leyenda
La húmedad entrándote arriba del colectivo repleto, en las caras sudadas tempranamente, que cosa che este tiempo, si la verdad, y el malhumor conjunto de la parada, del todos agarrados del caño y guarda en la esquina, guarda que este no frena y este tiempo loco, y esta húmedad que nos pega, nos chorrea, nos asquea, nos babea, nos altera, nos pegotea, nos pisotea, que gente che, que tiempo che, que húmedad che, porque no te volves al sur, si acá vos ves, este colectivo, esta Buenos Aires que nunca se seca de ella misma. Porque no te volves si acá el recuerdo vos sabes, vos lo ves; bah quizás ya no es recuerdo, quizás tu vida ya sea un recuerdo Lucas, quizás tu vida ya sea el recuerdo de ella, ella no muerta, el recuerdo en vida de una Laura llorando en tu tumba (en mi tumba) el recuerdo de un Lucas muerto de húmedad arriba del 68, si sabes che, lo que mata es la húmedad.